sábado, 4 de septiembre de 2010

Los peligros de las anillas





Un caso clínico que tube esta semana pasada, hace que reflexionemos sobre el uso de las anillas en las aves que por ley, no las necesitan. ¿Son realmente necesarias?


El convenio CITES, recomienda (pero no obliga) el uso de anillas cerradas como método indentificativo de las aves incluídas en el apéndice II y obliga en las incluídas en el apéndice I. No obstante, algunas especies como las ninfas, los agapornis cara de melocotón (roseicollis), los periquitos comunes, las cotorras de kramer, los canarios y los diamantes mandarines entre otros, no estan incluidas en el CITES, con lo cual su anillado no es ni obligatorio ni recomendado por temas legales. No obstante, ¿Por qué se sigue anillando a estas aves?

- Para saber con exactitud su año de nacimiento.

- Para identificar al criador en algunos casos


No obstante, las anillas pueden causar una serie de problemas bastante serios. Hablaremos en este caso solo de las anillas completamente cerradas.

En caso de inflamación de la pata (golpes, peleas, infecciones internas, problemas metabólicos, etc.) la anilla puede quedar pequeña y ejercer un efecto compresivo que hace que en muchos casos, la pata acabe necrosandose. En estos casos es imprescindible actuar rápido y llevar al ave al veterinario. Tras la aplicación de antibióticos y antiinflamatorios, se procede a la extracción de la anilla bajo anestesia general (evitar el dolor y el estrés al ave) y con las herramientas adecuadas.

Un mal procedimiento puede hacer que el ave pierda la pata, lo mismo que si nos esperamos mucho. En algunas ocasiones, la única solución es la amputación.


Con lo cual, hay que reflexionar si el ave necesita o no la anilla y vigilar siempre que no se produzcan problemas.

Aquí vemos un caso que acabó en éxito:



Y éste otro, no tuvo tanta suerte: